Misa de Finalistas del curso 2021-22 en el CIC

El pasado 1 de junio fue un día de alegría en el Colégio Internato dos Carvalhos (CIC) ya que el alumnado de la etapa denominada como ‘Finalistas’ completó con éxito otra fase de sus vidas para abrirse paso a un ‘Nuevo Camino’.

Dejamos una pequeña crónica del Consejo Pastorial de cómo fue el acto, desarrollado a través de una emotiva misa:

 

«Los ríos no beben su propia agua; los árboles no comen su propio fruto; el sol no brilla por sí mismo; y las flores no esparcen su fragancia por ti. Vivir para uno mismo es una regla de la naturaleza». (Papa Francisco).

Con nostalgia y una lágrima en el rabillo del ojo, se preparan para un «Nuevo Camino» que fue bendecido en la misa de los finalistas, junto a sus familias, profesores y personal no docente, para que, en su nuevo camino, sean audaces constructores de un mundo mejor.

La Asociación de Padres del CIC (APCIC), a través de la voz de su Presidenta, la Dra. Susana Marques, les deseó un nuevo camino «(…) brillante, lleno de éxitos personales y profesionales, que puedan cumplir sus deseos y ambiciones, esperando que se lleven un cofre lleno de conocimientos, principios y valores que transformen el mundo en un lugar mejor para vivir y que permita a todos tener sueños e imaginar un futuro para sus vidas».

Los profesores, en la persona de los coordinadores del curso, a través de sus testimonios, revelaron cómo han sido transformados por el paso de estos alumnos por sus vidas, agradeciendo a Dios por este encuentro que no se redujo a «(…) no es un año más, una clase más».

Los estudiantes colorearon la palabra Gracias…, porque «nunca estuvimos ni caminamos solos». Siempre hemos contado con la ayuda de los diferentes colaboradores del Internado de Carvalhos. Desde los profesores, la Dirección Pedagógica hasta el responsable del comedor. Todos ellos estaban siempre disponibles para ayudar con cualquier problema que pudiéramos tener. Por lo tanto, la palabra «GRACIAS» nunca será suficiente para rendir homenaje a estos hombres y mujeres que realizan su trabajo diario en esta Casa, sin menospreciar nunca a la persona que tienen al lado».

También se prometió que «(…) Ahora es el momento de construir el mundo cuyos cimientos hemos creado en esta Casa. Seremos pequeñas semillas, semillas de mostaza …. Construiremos puentes, no muros… Seremos simplemente hombres y mujeres de afecto y gratitud, honrando todo lo que este Colegio nos ha dado en el saber hacer y en el saber SER.

Y eso es todo lo que nos deja la sensación de otra misión cumplida en la certeza de que «Los que pasan por nosotros, no van solos, no nos dejan solos». Dejan un poco de sí mismos, toman un poco de nosotros»; pero «corremos el riesgo de llorar un poco, cuando nos dejamos cautivar…» – Antoine de Saint-Exupéry

 

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