Menores migrantes: vulnerabilidad extrema

En 2016, se estimaba que 28 millones de menores estaban viviendo en una situación de desplazamiento forzado (UNICEF, 2018). Se trata de un verdadero fenómeno global – entre 2015 y 2016, al menos 300.000 menores no acompañados y separados que estaban emprendiendo viajes peligrosos y cruzando fronteras fueron registrados en 80 países distintos– (UNICEF, 2018). Con la falta de protección de parte de sus cuidadores primarios, estos menores están más expuestos a todas las formas de violencia, entre ellas la trata, la explotación sexual, el trabajo forzado, el abuso físico y la tortura.
También se enfrentan a la falta de vivienda, a una salud deficiente y al impacto psicosocial, a la malnutrición, el miedo, la soledad e incluso la muerte. Proporcionar a
estos niños y niñas la forma más idónea de acogimiento alternativo es esencial –se trata de ofrecerles un entorno protector y empático–.
A día de hoy, unos 50 millones de menores han migrado traspasando fronteras o han sido desplazados a la fuerza. Todos los días y en todas las regiones, estos menores han
tenido que hacer frente a una gran variedad de violaciones de sus derechos, desde la explotación y la violencia a verse separados de sus familias, ser detenidos por su
situación migratoria y privados de protección y servicios esenciales. Estos abusos constituyen una grave crisis de derechos humanos.
En este contexto, la Iniciativa relativa a los Derechos del Niño en los Pactos Mundiales tiene como objetivo garantizar que se respeten y cumplan los derechos de los niños en tránsito o afectados por la migración. El encargado de impulsar esta iniciativa es un comité directivo de la sociedad civil, organizado por Save the Children y Terre des
Hommes y conformado por expertos, instituciones multilaterales y organizaciones no gubernamentales y filantrópicas.
La Iniciativa se basa en seis áreas clave sobre los derechos del niño, tal y como están expuestas en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes:

1. no discriminación e integración;
2. garantizar el interés superior del niño como consideración principal;
3. garantizar el acceso de los niños a los servicios;
4. poner fin a la detención de los niños por motivos relacionados con la
inmigración;
5. fomentar soluciones sostenibles;
6. garantizar la protección de los niños.

Desde que la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes fue adoptada a finales de 2016, la Iniciativa ha organizado la Conferencia Mundial sobre los
niños en tránsito (del 12 al 13 de junio de 2017 en Berlín) y sus miembros están actualmente participando de forma activa en las negociaciones intergubernamentales y
las consultas formales sobre el Pacto Mundial sobre Migración y el Pacto Mundial sobre Refugiados.

José Antonio Benítez, cmf

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