Por motivos extraños, por razones
ajenas a un adverbio transitivo,
corro de verbo en verbo pensativo
y ordeno los pronombres por sus sones.
A veces se articulan los tendones
de un dolor consistente e intransitivo.
A veces la nostalgia es un archivo
horizontal con índice y sanciones.
Vamos a ver, decimos, y los ojos
sin lágrimas ni sed son un espejo
cóncavo por el pórtico amarillo
de un llanto vertical tras los despojos.
Por motivos extraños yo me alejo
de esta razón, tentáculo y cuchillo.
Blas Márquez Bernal, cmf