En esta noche de espesores bellos
me estremece una araña. Si me ayudas
a tejer los vestidos de mis dudas
en el cerrojo añil de mis cabellos,
en esta noche de baùl y sellos,
¿cantarà el grillo sobre piedras rudas?
¿La lumbre al pecho? ¿Las espaldas mudas
en el umbral espeso, en los destellos?
Me empujan las estrellas giratorias
a un fontanal de andamios florecidos.
Estoy sereno en este abril de norias.
Siento el costado abierto de latidos
y el aliento mojado de memorias.
¿Dònde besan mis labios desteñidos?
Ramón Uzcátegui Méndez, cmf