Harry DeanStanton, veterano actor estadounidense, falleció en septiembre de 2017 dejando tras de sí una larga trayectoria, en la que destaca su sentida interpretación de Travis Henderson en Paris Texas. Poco antes de morir dejó terminado su último trabajo que tiene mucho de reflejo de su propia experiencia vital en la última etapa de su existencia.
Lucky es un anciano que vive en una pequeña población del oeste, lindante con zonas desérticas. Está acostumbrado a sus rutinas (el aseo y la gimnasia matutina, el café, la revista de crucigramas, los paseos por el pueblo y sus alrededores, la conversación con los vecinos en el bar de la localidad). Toda su normalidad parece descomponerse cuando un día sufre un desmayo sin razón aparente. Acude al médico, que no observa nada anormal, limitándose a comprobar su buena salud teniendo en cuenta su avanzada edad. Pero a raíz de este suceso, en Lucky comienza a aparecer la conciencia de su finitud. Las costumbres rutinarias siguen formando parte de su vida, pero a ellas se sobrepone cierto sentimiento del tiempo que pasa y que irreversiblemente llegará a su final. Ello le lleva a valorar lo cotidiano y sencillo, a disfrutar de la amistad y la convivencia, a atemperar sus reacciones haciéndose más moderado, lejos de quien fue cuando luchó en el Pacífico en la segunda guerra mundial.
No suceden en Lucky acontecimientos sobresalientes, sino el transcurrir de las cosas de cada día, la sencillez de la amistad, la convivencia, la preocupación de unos por otros, tan ajeno todo al vaivén crispado que nos ofrecen otras muchas producciones.
En el haber de esta película hay que valorar el trabajo de sus intérpretes, con Harry Dean Stanton a la cabeza; pero también hay que resaltar la presencia de David Lynch, veterano realizador y actor entrañable compañero de charlas de Lucky. Ambos nos ofrecen retazos de sabiduría que haremos bien en no desdeñar.
Y en medio de todo, una secuencia para admirar el buen hacer de su intérprete principal. Lucky es invitado al cumpleaños del hijo de una amiga, de origen mejicano. Junto a los familiares e invitados de ésta, Lucky se anima a cantar acompañado de unos mariachis. Es un signo de su voluntad de sentir cerca a quienes le son próximos y gozar de su compañía,y ofrecer la propia, el tiempo que le sea permitido continuar paseando por la aridez de la tierra.

Antonio Venceslá Toro, cmf

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