Las violaciones de los derechos de los migrantes y refugiados se multiplican en las fronteras de Europa

La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) manifestó alarma por el patrón creciente de violación de los derechos humanos de los migrantes y refugiados en las fronteras europeas, que en varias ocasiones han provocado muertes entre esas personas.

ACNUR informó que pese a los llamados de las agencias humanitarias de poner fin a esos atropellos, el organismo recibe múltiples denuncias de violencia, malos tratos y devoluciones en diversos puntos de entrada, marítimos y terrestres, de la Unión Europea.

Ante la situación bélica que está viviendo Europa con la invasión de Rusia a Ucrania, y el éxodo de ciudadanos de Ucrania atravesando las fronteras de la Unión Europa, hemos de cuidar y observar que determinadas prácticas se normalicen y se conviertan en políticas. Seamos conscientes que la mayoría de los refugiados del mundo son acogidos por países de renta baja y media con muchos menos recursos que las naciones europeas.

ACNUR ha denunciado que, de principios de 2020 a la fecha, la agencia ha registrado unos 540 casos de retornos informales desde los linderos de Grecia con Turquía, así como una serie de incidentes preocupantes en las fronteras central y sudoriental del bloque europeo.

Entre las arbitrariedades cometidas contra los derechos de los migrantes y refugiados, ACNUR también refirió miles de rechazos, amenazas, intimidación, violencia, humillación y excesos tales como dejar a la deriva o devolver al mar las balsas cargadas de personas, sin ningún respeto por sus vidas.

La situación para los migrantes no es mejor en las fronteras terrestres, donde los testimonios dan fe de que se les desnuda y rechaza brutalmente sin importar las condiciones ambientales de frío o lluvia.

El Alto Comisionado deploró que los Estados europeos no investiguen las denuncias, salvo en raras excepciones, y que, en cambio, erijan muros y vallas en las fronteras que no van a disuadir a quienes huyen de la guerra y la persecución.

Lamentó, asimismo, la devolución de los migrantes a sus países de origen sin importar los riesgos que afrontan en ellos y aunque esto viole el derecho internacional.

Lo que está sucediendo en las fronteras europeas es legal y moralmente inaceptable y debe detenerse. La protección de la vida humana, los derechos humanos y la dignidad debe seguir siendo una prioridad compartida, es urgente establecer mecanismos nacionales independientes de vigilancia que garanticen la investigación de las denuncias.

Los problemas de seguridad y administración de las fronteras se pueden abordar con políticas justas, humanas y eficientes que se ajusten con las obligaciones de los Estados en virtud de las leyes internacionales de derechos humanos y de refugiados, incluida la Convención de 1951, así como con la legislación europea.

Todos los Estados deben respetar los derechos humanos, incluidos el derecho a la vida y al asilo, y esta garantía no depende del modo de llegada a un país.

El reasentamiento y otras vías legales no pueden sustituir las obligaciones hacia las personas que buscan asilo en las fronteras, incluidas aquellas que han llegado de manera irregular.

Es importante tener en cuenta que la forma en que Europa proteja a los refugiados y solicitantes de asilo sentará un precedente no sólo en la región sino en el mundo.

 

(Tomado de las noticias de la ONU)

(FOTO: © UNICEF / Vyacheslav Ratynskiy / UNIAN |

El 24 de febrero de 2022, la gente se refugia en una estación de metro durante las operaciones militares en curso en Kiev, Ucrania).

 

Start typing and press Enter to search