La vulneración de los Derechos Humanos en La Frontera Sur

La inmigración y flujos migratorios es un fenómeno permanente en la sociedad internacional, y se han acentuado las crisis provocadas por los flujos migratorios. Desde la Unión Europea (UE) la inmigración es un factor ya decisivo en la conformación del proceso de integración, del modelo de integración y de construcción política de futuro para los Estados y ciudadanos europeos.

 

La crisis de refugiados iniciada en 2015 ha tenido especialmente en la UE un efecto impresionante en multitud de políticas y actuaciones y percepciones de las opiniones públicas, que han vinculado este hecho con la situación y viabilidad del proceso de integración europeo.

 

Los valores de Europa, fundamentada en los principios democráticos basados en el Estado de Derecho y el respeto de derechos fundamentales, se han visto cuestionados por las crisis migratorias. Un cuestionamiento y preocupación creciente existe sobre el funcionamiento de la UE en sus fronteras, particularmente en las fronteras exteriores, y el respeto de los valores europeos en la actuación de al UE y los Estados miembros al afrontar flujos migratorios y controles de acceso al territorio europeo.

 

No podemos tratar este tema de los controles fronterizos exteriores que se desarrollan por los Estados, sin su correspondiente vinculación a los mecanismos de protección de Derechos humanos, los cuales se están vulnerando constantemente.

 

Comprobamos cómo en las líneas fronterizas, y la Frontera de Canarias no deja de serlo, son lugares muy problemáticos para la defensa y protección de derechos humanos de los extranjeros, lo que convierte en frágil siempre su aplicación y mecanismos de protección. Por desgracia, estoy siendo testigo, junto con muchos activistas en defensa de los Derechos Humanos, de esa vulneración sistemática de derechos fundamentales para los que tienen un color de piel distinto y un credo diferente.

 

Igualmente, hemos de analizar los mecanismos de protección de esos derechos humanos por los Estados europeos, mas allá de las fronteras exteriores, y determinar en qué medida las funciones de control que se despliegan fuera del territorio afectan a los derechos humanos de los inmigrantes.

 

Para ello, no podemos dejar de analizar sucesivamente la conformación de los sistemas de controles en las fronteras de Europa, refiriendo los logros de los Pactos de Schengen y la división entre Fronteras interiores y Fronteras exteriores. Las crisis de refugiados que vivimos desde 2015 y la inmigración hacia Europa, y especialmente, la crisis de Ucrania, y los 5 millones de refugiados llegados es el elemento que ha abierto múltiples fracturas y necesidad de actuación europea y de los Estados miembros. Este análisis pormenorizado nos está permitiendo abordar la cuestión de lo que denomino la fragilidad de los Derechos humanos en las Fronteras Exteriores aéreas, terrestres y marítimas de la UE. Es necesario abordar los derechos humanos en situaciones de externalización y la actuación extraterritorial de controles migratorios, y en especial la problemática de los derechos humanos en controles migratorios fuera de territorio o desterritorializados. Pero eso lo dejo para otro capítulo.

 

José Antonio Benítez Pineda, cmf

@benicmf

(FOTO: Libertad Digital)

 

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