Hace dos años, como diácono, tuve la oportunidad de poder celebrar la Eucaristía con muchos misioneros claretianos provienentes de otros lugares de misión. Así, en noviembre de 2017, celebré la Eucaristía con el P. Fermín Rodríguez CMF. Éramos dos en nuestra capilla de la comunidad, un sacerdote y un diácono, los dos misioneros. Él llegó el día anterior desde Kenya (África) por un nuevo destino del P. General a la comunidad de Granada, España.
Me llamó la atención cuando, al comienzo de la Eucaristía, me dijo que teníamos que abrir la ventana y la persiana de la capilla, algo que no solemos hacer muchas veces, ni reflexionamos sobre ello. Sin embargo, el P. Fermín me dijo que era para que podamos “ver al mundo” por la ventana. Y por tanto celebramos esta Eucaristía sintiéndonos cercano, en y con el mundo entero. Con todo lo que pasa en el mundo (el día anterior, una bomba mató a más de 200 egipcios, en una mezquita en Egipto). Les recordamos y pedimos por ellos en esta celebración eucarística, mientras recordamos que en su momento, Él Señor Jesús con María y José, huyeron también a Egipto, a África.
Al recordar aquella celebración, hoy y siempre, en la Eucaristía, el misionero desde, con y en el mundo, da gracias y pidea Dios por el mundo. Por todo lo que pasa en el mundo, de una manera especial –como un acontecimiento cercano- por los que fallecieron por los atentados en Sri Lanka, en la Vigilia Pascual (20-4-2019).Por sus familiares y por la paz en todo el pueblo.
Pedimos al Dios de la Vida que siga cuidando la Vida, y que nos ayude para ver y cuidar la Vida y luchar por la Vida. Cuando celebramos la Eucaristía, que es una celebración en la que hacemos presentes la Vida, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, hemos de tener una pasión por la Vida, porque es también un compartir la Vida desde, en y con el mundo entero.
Y porque una verdadera celebración no termina dentro de un templo, un espacio, en un momento determinado, sino se prolonga en la Vida cotidiana. Y en esto, debemos dar testimonio de Vida, de Fe, de Amor y de Esperanza. Sin miedo al mundo que a veces nos ataca, sin miedo a si vivimos en la minoría, sin miedo a “las noches” que vienen y van, sin miedo a la muerte que no es un final…
Y por tanto, seguimos celebrando LA CELEBRACIÓN DE LA VIDA con CRISTO que Vive y reina por lo siglos de los siglos. Amén.
Gran Canaria, 22-04-2019
Tomas Mekar Joustefen, cmf
