José de Calasanz. Educar… o educar.

El domingo pasado (20 de Agosto) celebramos san Bernardo de Claraval, que solucionó de un plumazo el estiaje vocacional de aquella época, ingresando con 30 jóvenes nobles en el Císter. ¡Qué don de gentes, qué poder de atracción tendría! Al morir, a los 63 años, había fundado ya 68 monasterios.

Y este jueves (24) nos encontramos con otro «influencers» importante: San Bartolomé (hijo de Tolomeo), apóstol, también llamado «Natanael» en el Evangelio de Juan, que -según la tradición- fue despellejado vivo por ser fiel testigo del Amor, de ese Dios que se merece le entreguemos la propia vida: –¡Maestro, tu eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel!

Y el viernes, 25 de agosto (en el que celebramos también la fundación de las Misioneras Claretianas), tenemos a san José de Calasanz quien ejerció con gran éxito apostólico el ministerio de la enseñanza, «el más digno, el más noble, el más meritorio, el más beneficioso,el más útil, el más necesario, el más natural, el más razonable, el más de agradecer, el más agradable y el de mayor gloria» –escribió. Claret también lo suscribió.

Y tú, ¿qué  importancias le das a la educación?

Antonio Bolívar, cmf

Start typing and press Enter to search