Hoy me confieso pecador, culpable
y redimido, con la piel herida
y el corazón abierto y con mi vida
como un haz de memorias confiable.
Hoy me confieso pecador, afable
en mis desvelos. Y Alguien que me cuida
más allá de esta rosa desteñida.
Más allá de esta herida inevitable.
Hoy me confieso pecador y penitente
en el fiero desierto de mi grito,
sediento de esa fuente de Agua viva.
Hoy me confieso pecador, y ausente
de mis sendas. Lo digo y lo repito:
Pecador soy y no voy a la deriva.
Sevilla, 2023
Blas Márquez Bernal, cmf
HOJE ME CONFESSO em portugués