«Hay que adaptarse» (Juventino Rodríguez, cmf)

Juventino Rodríguez, cmf lleva 8 años desarrollando su labor misionera en entre Puerto Rico, República Dominicana y Haití. Nos escribe compartiendo algunos ecos tras todo este tiempo.

El pasado 6 de abril se cumplieron ya ocho años de mi llegada a Puerto Rico camino de Songo La Maya en Cuba. Fue el 9 de julio cuando llegué a Santiago de Cuba.

Y desde entonces… tres años por tierras cubanas, otros tres por tierras dominicanas, pero en frontera con Haití y de nuevo para Songo La Maya. Así de sencillo y así de complejo…

Hace unos días participaba en la Asamblea Regional de Religiosos de la zona oriental (la Concur) y el tema central bien sugestivo y siempre actual: ¿Cómo miramos la realidad plural que nos rodea?

Me ayudó a repensar mi trayectoria de estos ocho años por estas tierras de la viña joven. Y mientras escuchaba las sabias y ponderadas palabras del jesuita P. Jorge Cela, recordaba, una y otra vez, la frase que machaconamente nos repetía el P. NséAbuy en todas y cada una de sus clases de Misionología: “o sea, o sea que hay que adaptarse”.

Decir en Cuba “no es fácil” es como resumir de manera certera y clarividente lo difícil que es la vida de la gente y de cada día…. Y que cada día, además, “hay que resolver”.

Va pasando el tiempo y siento cómo me resulta cada vez más difícil el difícil camino de la adaptación a esta realidad a la que hay que mirar, aunque sea sin ver… o sin saberla interpretar y asumir adecuadamente y en su justa medida.

Recordar que “ven sin nada” es el mejor equipaje misionero… sirve para comprobar, a veces entre el dolor y el desencanto, que no es posible el Anuncio de la Buena Nueva del Evangelio sin la necesaria ley de la Encarnación.

Por eso es bueno poder recorrer con humildad y con esperanza el largo camino de mirar y mirar, una y otra vez, la realidad en su realidad y comprenderla o tratar de comprenderla, quererla, amarla, y a continuación o al mismo tiempo, saber, conocer, descubrir que en esa realidad por más compleja y negativa que parezca, siempre, siempre está Dios. Sólo se sabe mirar así, si se sabe mirar la realidad con la fe y desde la fe.

Vivir esta experiencia facilita empezar a soñar otra realidad diferente, y a comprometerse en la transformación de dicha realidad pero desde lo pequeño… para llenarla de vida y esperanza, de la vida y la presencia de Jesús resucitado.

Esto tan lindo y tan hermoso, tan coherente pero tan difícil para mí, por empeñarme en querer cambiar esta realidad que me rodea pronto, en seguida y por decreto… me ha conectado vivencialmente con los otros Misioneros Claretianos de la Provincia Bética que este año 2018 estamos para celebrar nuestros cincuenta años de ordenación de sacerdotes.

Seguro que todos ellos, y a su manera, vivieron o seguimos viviendo este desgarro interior, pero vivido con la paz y serenidad esperanzada que sigue alimentando las urgencias misioneras de cada día. 

Evocar tan sólo sus nombres es como un reconocimiento agradecido a este ya largo tiempo en que cada uno, recorriendo los distintos caminos del mundo y de la misión, hemos desgastado o vamos desgastando nuestras vidas misioneras llenas de luces, sí, pero también con innumerables sombras.

Eduardo Frades, Rafael Gómez Manzano, José M. Lozano, José María de Luis, Angel Iglesias, José María Calvo y Jesús Bermejo ya han finaliza su peregrinaje y nos han precedido en el anuncio del Evangelio.

José Carbajo, Jesús Pérez, José Rodríguez Murillo, Manuel Carrasco, Isaac Aparicio, José Luis Paz, José María Salido y Juventino Rodríguez seguimos caminando…

Desde estas tierras cubanas mi fraterna felicitación y enhorabuena.

Nos vemos en cada Eucaristía.

Juventino Rodríguez.cmf.

La Maya, 20 de Abril de 2018

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