“A toda mi familia querida del padre Blas Márquez Bernal, amigos, misioneros claretianos, exalumnos, profesores, colaboradores y los que han hecho posible el Reino de Dios en esta tierra a través de Blas».
En vilo está la noche con su llanto,
y tus ojitos duermen en Sevilla,
y tus manitas tocan mi mejilla,
recogiendo mis lágrimas, ¡Oh Santo!
Me dices que no llore, que soy canto,
¿Y a dónde llevaré tal maravilla?
¿Al Quijote con Sancho en tu Castilla,
reparando las penas mientras tanto?
¡Oh mi Blas!, entrañable compañero,
las dunas tristes quiebran caracolas
y una ronda de niños hoy te piden
que regreses amor de mi romero.
Pero una rosa roja entre las olas
se abre al viento otoñal y te despiden.
Venezuela, 5 de noviembre de 2023
Ramón Uzcátegui M., sc
A NOITE ESTÁ EM VIGÍLIA COM O SEU PRANTO em portugués