Durante las semanas de confinamiento que hemos vivido han sido muchos los profesionales de la cultura que han brindado sus cualidades para hacer más llevadera esta situación. Algunos cantantes han preparado miniconciertos, o han compuesto canciones para reflejar los sentimientos que el encierro nos provocaba; los museos han dispuesto visitas virtuales; algunas editoriales han ofrecido versiones electrónicas de textos para distraer los días. Y los cineastas también nos han ofrecido propuestas en las que el tiempo de confinamiento es contexto y motivo de reflexión.

Es el caso de En casa, película de episodios que podemos ver en la plataforma HBO. Son cinco películas de duración variable (45 minutos la más larga, poco más de 15 minutos la más corta) en las que sus realizadores han ofrecido su perspectiva de la experiencia, utilizando estilos, tonos y claves diferentes. Tienen en común haberlas realizado donde estaban confinados, utilizando un móvil de última generación. Incluso en algún caso, estando en distintos lugares y conectando por Skype. En todos ellos hay que destacar la importancia del montaje y la posproducción.

El realizador Rodrigo Sorogoyen ofrece en Una situación extraordinaria una historia protagonizada por una pareja, Carlos y Sara (el propio realizador y la actriz Marta Nieto), que viven una experiencia extraña, que linda con la ciencia ficción: Carlos tiene el convencimiento de que cuando Sara sale para ir a comprar al supermercado es suplantada por otra persona idéntica a ella, cada vez alguien distinta. Para convencerse y convencer a Sara anota minuciosamente los rasgos que percibe en cada ‘Sara’ que regresa de la calle, e incluso hace grabaciones de video. Esta situación planea sobre su relación de modo que está a punto de hacerla naufragar. Los distintos estados de ánimo que vivimos durante tan largo período de encierro y las consecuencias que pueden tener en nuestra relación con quienes viven a nuestro lado están en la base de esta interesante historia. Es un hecho que el confinamiento ha provocado en muchas parejas problemas de convivencia que les han llevado incluso a iniciar los trámites para poner fin a su relación.

En Mi jaula, la realizadora Leticia Dolera propone el episodio más breve (poco más de quince minutos), más interesante, y de mayor calado social. Durante las semanas de confinamiento muchas mujeres han vivido la tensión permanente que supone tener que vivir con el hombre que las somete a maltrato. Esta triste realidad planea sobre esta propuesta. La protagonista (interpretada por la propia realizadora) está viviendo el encierro sola, sin contacto presencial con su pareja que pasa el confinamiento con sus padres en otra ciudad. Sin embargo, las llamadas telefónicas o los mensajes de whatsapp que recibe de él van revelando una figura absorbente que pretende manipularla y someterla a su voluntad: comienza expresándole su recelo porque cada tarde sale al balcón a aplaudir a los sanitarios, disfrazándolo de preocupación por ella y temor porque puedan asaltarla al saber que está sola. Después abundan las quejas porque no atiende sus llamadas (ella, que está teletrabajando durante ese tiempo, le explica sus motivos), o porque habla por videoconferencia con sus amigas o se viste de fiesta para celebrar el cumpleaños de una de ellas, En realidad, todo es una maniobra que busca aislarla, reducir su mundo al estrecho círculo de los dos. Y todo ello tiene consecuencias en la vida y el equilibrio emocional de la protagonista, que sufre insomnio y pesadillas. Leticia Dolera, conocida activista de la igualdad de género, concluye su historia dándole un tono liberador y esperanzado. Muy recomendable.

Así de fácil, de Paula Ortiz, es el segmento más simpático. En formato de comedia, nos cuenta la vida confinada de dos amigas, una de las cuales ha aterrizado allí porque ha sido abandonada por su pareja el día que comenzó el estado de alarma. Diálogos chispeantes y graciosos, y situaciones sencillas y amables hacen de este corte el más llevadero de ver. La interpretación de las actrices Celia Freijeiro y Julia Castro contribuye a ello.

En Viaje alrededor de mi piso, Carlos Marqués-Marcet realiza una indagación en el sentimiento y las vivencias de su protagonista, una mujer que pasa el confinamiento en soledad, después de haber puesto fin a una relación. Tiene un tono experimental, pues mezcla las imágenes reales del piso donde pasa el encierro con imágenes y fragmentos de video del realizador rodados anteriormente. Ello da una sensación de amplitud frente a la pequeñez del espacio de un piso, y le da un tono experimental, que aporta originalidad a la propuesta.

Finalmente, Mira este video de gatitos de Elena Martín, describe la convivencia ordinaria de un grupo de amigos que pasan el confinamiento en una nave industrial con los problemas normales de convivencia, pérdida de intimidad. A mi juicio, el más prescindible de todos.

Antonio Venceslá Toro, cmf

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