Ejecutar un trabajo es relativamente fácil en comparación con planear qué hacer y cómo hacerlo. Pero, trabajar no es lo mismo que trabajar bien. ¿Cómo lograr que un trabajo esté bien hecho? Aunque no se la alcance, la excelencia debe ser tu criterio rector. No la chapuza. Intentando hacer una labor excelente irás creando una facilidad al hacerla. Para conseguir un trabajo bien hecho te pueden servir estos principios:
- Haz tus tareas lo mejor posible desde la primera vez. Nunca hay tiempo para hacerlas de forma perfecta, pero sí lo hay para repetirlas. Toma conciencia, de lo que Aristóteles sintetizó en forma de sentencia: » A fuerza de construir bien se llega a ser buen arquitecto».
- Si algo te sale mal no culpes a otros. Pregúntate mejor: ¿en qué me equivoqué? Lamentarte de tus fracasos no te los soluciona. Por el contrario, aprovecha tus fallos para crecer en sabiduría práctica y en destreza. Convierte tus errores es ocasiones de aprendizaje.
- No des por supuesto que los demás saben deben cómo hacer su trabajo. Frecuentemente pretendemos que nuestros colaboradores adivinen lo que pensamos y lo lleven a cabo con exactitud. Hay que explicárselo. Un refrán dice: «Nadie puede desatar un nudo sin saber cómo hacerlo».
- Mantén tu mente abierta. La mente es como un paracaídas, únicamente funciona cuando la abres y despliegas. Saber escuchar te reportará muchos beneficios, ideas nuevas, enfoques diferentes, creatividad, empatía, etc. Y sobre todo, busca un buen motivo para trabajar. Cuando hay un buen por qué no importan los cómo.
- Sé humilde para reconocer cuanto antes tus errores. Pedir disculpas cuando te equivoques te dará señorío y credibilidad. Es preferible contradecirse que petrificarse. Practica la resistencia frente a la adversidad. Piet Hein lo expresó de manera diáfana en su poema «El camino hacia la sabiduría«:
Errar y
errar y
errar de nuevo
pero cada vez
menos y
menos y
menos.
- Evita las prisas y la rutina, porque atontan. Detenerte a reflexionar de vez en cuando te ayudará a reorientar tus esfuerzos por el camino adecuado para la obtención de los mejores resultados. Pensar bien es de inteligentes y hacerlo, además, bien es de sabios.
Juan Carlos cmf
(FOTO: Quino Al)
