Las diócesis Canarias recibieron una carta del Papa Francisco en la que expresaba su “aliento y cercanía” ante la difícil situación que atraviesa el archipiélago canario debido a la crisis migratoria. En Santo Padre ruega que estas palabras lleguen “al santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en esas queridas islas del Atlántico”.
El Pontífice agradece “el esfuerzo que se está haciendo ante este flujo migratorio” para intentar dar respuesta a esta situación de emergencia. “La sensibilidad y hospitalidad que caracteriza al pueblo canario deja huella también en el modo de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos y hermanas que llegan a sus costas buscando un porvenir”.
A la vez, Francisco destaca la acogida que se les está dando con estas palabras: “¡Gracias por abrir las puertas del corazón a los que sufren! Asimismo, al afrontar estos desafíos, que comprendo no son nada fáciles, les pido que no se desanimen y que sigan construyendo redes de amor y faros de esperanza que iluminen las sendas de una nueva humanidad, dispuesta a inclinarse, como el Buen Samaritano, para curar las heridas de los que están caídos (Evangelio de Lucas, 10, 25-37). En los rostros de estas personas, surcados por el sufrimiento, podemos reconocer una mirada que anhela un futuro de paz y de fraternidad”.
La carta finaliza invitando a pedir “a Dios que estos anhelos lleguen a buen puerto. Que Jesús bendiga al pueblo canario y la Virgen Santa lo sostenga con su protección maternal. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco”.
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