El comentario del Domingo: II de Cuaresma

08 de Marzo de 2020. 2º de Cuaresma. Mt 17, 1-9

Qué difícil nos resulta en muchos momentos a los cristianos ser fieles al compromiso de nuestra fe. Nos da la impresión de que Dios no nos escucha, que nuestra oración no tiene respuesta, que el horizonte se nos muestra demasiado oscuro.
Necesitamos una muestra, una señal, algo donde apoyarnos para continuar sin desfallecer. El mismo Jesús pidió a su Padre: «Si es posible, que pase de mí este cáliz», refiriéndose a su muerte inmediata. Y fue escuchado, aunque no como él pedía, sino con la resurrección, y pasando primero por la muerte. Para mostrarnos que el camino de esta vida es muy duro, pero que Dios no nos olvida y que da respuesta a nuestra fe y esperanza.
Cuando Jesús se transfiguró delante de Pedro, Santiago y Juan, les estaba mostrando (también a nosotros), que para llegar a ese final, había que recorrer primero este camino.
Nuestra fe ha de ser confianza en el final que Dios nos promete, y que ha de reforzarse con las señales que Dios nos da cada día y que debemos descubrir.

Juan Ramón Gómez Pascual, cmf

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