El Comentario del Domingo: I Domingo Adviento

3 Diciembre 2017. Mc 13, 33-37

A veces encontramos personas que dicen no necesitar de Dios; que éste no tiene influencia en sus vidas. Viven como si lo tuvieran todo. Sienten la seguridad (efímera) que les puede dar el dinero, el poder o el éxito. De alguna manera se sienten «auto suficientes». Al menos por el momento.
Otros necesitamos mantener viva la esperanza de un futuro mejor, para nosotros y los que nos rodean. Sentimos la necesidad de un Salvador que nos eche una mano para poder hacer algo por los que más lo necesitan. Porque solos podemos muy poco. Debemos pedir «¡ven, Señor, no tardes!», y transmitir a los demás la confianza en que es posible una tierra nueva. Nuestra vida ha de ser un compromiso de trabajo por el Reino de Dios. Vivirlo así es «estar en vela», preparados, aunque no sepamos «ni el día ni la hora» de su venida. Necesitamos aprender a esperar.
¡Feliz tiempo de Adviento y Esperanza!

Juan  Ramón Gómez, cmf

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