El comentario del Domingo: 3 de Abril

Juan 8, 1-11

Domingo, 3 de abril de 2022  (5º T C C)

No es raro encontrar en los medios de comunicación noticias parecidas a esta: «mujer condenada a muerte por adulterio». En algunos países asiáticos, de tradición musulmana, la situación de las mujeres no es la mejor posible. Aún están muy lejos de tener las mismas prerrogativas que los hombres. Se suelen aducir principios religiosos.

Y los hombres (casi siempre dirigentes) juzgan, condenan y ejecutan. Y aducen que es la voluntad de Dios. Es su interpretación.

Los cristianos tenemos la suerte de seguir la interpretación que nos da Jesús: no juzgar, no condenar, sino amar.

El Evangelio de este domingo nos muestra lo que hizo Jesús cuando le presentan a una mujer sorprendida en adulterio. Interpela a los que la acusan: “El que no tenga pecado, que tire la primera piedra”. Avergonzados, se van. Todos han cometido pecados. Y Jesús no la condena. Le ofrece una nueva oportunidad. Le muestra el amor de Dios a pesar de su pecado.

Vislumbramos el final de la Cuaresma, en la que desde el comienzo se nos pide que nos «convirtamos». Nos suena mal esta palabra porque la entendemos mal. Convertirse es tratar de vivir desde los mismos valores que Jesús nos enseña, o sea amando a los demás como él lo hizo.

¿Puede haber algo mejor que vivir con el corazón lleno de amor? A pesar de ello parece que nos resistimos. Nuestro egoísmo no nos deja dar el paso adelante. Hoy Jesús nos dice que aprovechemos esta nueva oportunidad.

Seremos más felices.

 

Juan Ramón Gómez Pascual, cmf

¿Aprovechas las oportunidades para ‘convertirnos’?

 

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