Es verano, es época de bodas. Los novios se sienten incompletos, se atraen, se buscan, se descubren durante un tiempo, y con el matrimonio culmina el misterio. Una unión que refleja al mundo la imagen de Dios.
Un reflejo que nace cuando están juntos, y ya ninguno por separado podrá reproducir de manera tan fiel. Y no valen trucos, ni tópicos, ni fórmulas mágicas. Cada matrimonio es único. Una imagen de Dios encarnada en cada pareja, la misma pero distinta. No hay fotocopias.
Dios es el dueño del tiempo. Por eso la imagen de Dios no se completa en un momento o en el día de la boda. Se necesita una vida para verla con claridad. La imagen de Dios aparece si se miran todos los días que afronta el matrimonio. Cada día se da una nueva pincelada. Algunas oscuras, otras luminosas, todas de Dios.
Una unión en la que cada uno se desdibuja, para resultar mucho mejor perfilado que antes. Cuanto más unidos,  más claramente se percibe a cada uno en su plenitud y diferencia.
Un reflejo del Señor, en el que, con la venida de los hijos, la expresión darse,  para dar la vida, se hace carne.
Tienen, al igual que Jesús, una vida oculta que se desarrolla entre pañales, raspones en las rodillas, cumpleaños y pucheros. Y cuando de vez en cuando salen a la vida pública conviene detenerse a contemplarlos como lo que son: un icono vivo del Dios al que adoramos.
¿Cuidamos nuestro amor de pareja? ¿Cuidamos a los matrimonios que conocemos?
Interpretan esta canción Marta Cuesta y Ciso Ramos (del grupo d2n2 -podéis encontrar todas sus canciones en El Arpa de Noé). Y se da la feliz coincidencia que ambos han contraído matrimonio ayer, 29 de Julio de 2017, en nuestra Parroquia de El Pilar (Tenerife). Desde aquí nuestra más profunda enhorabuena por su amor compartido y, entre otras cosas, regalarnos su voz.

Letra completa: EL CAMINO

 

El camino que hicimos juntos
No se podrá borrar,
pues si juntos lo comenzamos
ya no tendrá final,

A lo largo de nuestra vida
Tu mano amiga
nunca se separó
de nuestro trabajo y nuestra ilusión.

No queremos ser islas frías
en nuestro convivir,
queremos ser la luz de antorchas
al compartir
una casa caliente que acoja
aquel que llame
cansado de tanto andar.
Comunicaremos nuestra felicidad

El espíritu que nos une
en nuestro amor,
no será un habitante extraño
dará calor,

Y a medida que pase el tiempo
seremos siempre
semillas de tu paz
que plantadas con gozo,
nuestros hijos poseerán.     BIS

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