Llegar al fuego,
con la pregunta
de un ocaso derrotado
que me estremece.
Con las ojeras
de un rayo sin espacio
en las estatuas
de las horas consumadas.
Con los insectos
y los muros
de un sueño oculto
después de haber dormido.
Con las ruinas tempestivas
de alfabetos extraviados
en el cuerpo
curtido de verbos.
Con la atmósfera fugitiva
de tus pasos cansados
en la textura del carbón
esparcido en el camino.
Llegar al fuego,
cantar,
llorar,
reír,
y comenzar de nuevo esta escritura
de tu cruz resucitada
en mi puño de rojas rosas.
Llegar al fuego,
a la piedra de tu evangelio,
al hijo que se fue,
a la fuente ya sin noria,
al trigo germinado,
a la casa del amigo,
al cuaderno triste
de mis dudas.
Llegar al fuego,
y a ti, ¡Dios mío!;
amor humano
que remiendas mis vestigios
en esta noche
donde pernotan
mis miedos arropados
en el ojo de un ciclope
paralizado en mi memoria.
Abril de 2021
Ramón Uzcátegui Méndez, sc
(FOTO: Benjamin DeYoung)
Em português: DO FOGO À INTEMPERIE