LUCAS 14, 1. 7-14
La propuesta de Jesús consiste en actuar con humildad y en destacar y resaltar al que lo necesita (al pobre, al humillado…). El banquete simboliza muy bien lo que nos supone actuar de una y otra manera: cuando creemos que merecemos o cuando realizamos las cosas porque los demás esperan que sean así… nos alejamos de ese idea. Por eso, hemos prescindir de esas cargas… y cambiar la mirada.
Si creemos que merecemos algo perdemos el tiempo contemplándonos. Si nos «ponemos en un lugar sin más» probablemente tengamos otras oportunidades, ya que nadie es más que nadie y todos tenemos una responsabilidad, una utilidad en un momento distinto… Por eso nadie merece un lugar privilegiado. Tenemos que ser humildes, lo contrario es insaciable, pues vivir para el yo supone satisfacer todo lo que creo necesitar y eso puede devastador para la persona.
Dejar las complacencias de los amigos y familiares supone abrirnos a un camino lleno de gratitud. Los que nos rodean siempre nos tienen y si caemos en la cuenta de ayudar a quién no tiene a nadie o simplemente nos necesita empezaremos a vivir como dice el evangelio. No esperar nada a cambio es nuestro regalo… ahí comienza todo.
Propuestas para cuidar la familia esta semana:
– Apoyar a las organizaciones que luchan por los derechos humanos, difundir por las redes sociales que los emigrantes son iguales que nosotros, que debemos extender nuestras manos en acogida.
– Regalar nuestro tiempo a alguna actividad que apoye a la gente que necesita respaldo: alfabetización, comedores sociales… y/o en la parroquia para apoyar a los que acuden porque necesitan algo.
– Que nuestra vida social, sea reflejo de cordura, no solo refleje nuestros intereses, siendo capaces de renunciar en pro de una equidad de la vida
Juan Alcaide y Teresa Molina
