«Esa pobre viuda ha echado más que nadie»,
Jesús da la voz de alarma: ¡Cuidado con los eruditos, los que dominan la ley! (escribas). O sea, en román paladino, algunas de nuestras autoridades eclesiásticas de hoy. ¡Serán juzgados con severidad!. Por supuesto, el tema de esta semana es la humildad y la sencillez y el no dar «de lo que nos sobra». ¿Qué criterios utilizamos para valorar a los miembros de nuestra familia? ¿Lo que «saben», su inteligencia, sus puestos laborales? ¿O su sencillez, su humildad, su bondad…? ¿Y qué compartimos con aquellos con los que convivimos día a día? ¿De lo que nos sobra? ¿O de lo que realmente importa?
Propuesta para cuidar la familia esta semana:
Convencidos de que echar en la canastilla la calderilla que nos estorba es un insulto a la honestidad y honradez, hagamos a lo largo de la semana un gesto de auténtica donación y desprendimiento, a ser posible con la participación de la comunidad FAMILIAR: desprendámonos de algo que tengamos apego; regalemos tiempo (visita a enfermo, a mayor en soledad…); pongámonos a disposición de alguien que necesite descanso, una llamada, un café juntos, un whatsapp de «cuenta conmigo»…
Manolo Devolx