Cuida tu familia: En estos días de verano, hagamos alguna oración o ejercicio de piedad todos juntos

XX Domingo del Tiempo Ordinario (Mt 15, 21-28)

La lectura de este evangelio nos pone de manifiesto como la Fe puede hacer que el Señor se fije en nosotros, a pesar de nuestra insignificancia, de nuestras miserias y limitaciones. La mujer cananea no sucumbe ante la situación violenta que está provocando a los discípulos y al propio Jesús. Ella insiste, sin desfallecer, para poder salvar a su hija a través de su Fe en el Señor. Incluso siendo una mujer pagana, demuestra una Fe que Jesús valora enormemente y, finalmente, le concede su petición. Su Fe la ha salvado y ha curado a su hija.

En este contexto, una vez más, se muestra una gran lección para la familia. La oración con Fe permitirá superar toda la adversidad, todas las tribulaciones de las que está repleta la vida ordinaria de cualquier criatura. Los transmisores de la Fe en el seno familiar somos los padres. Con nuestro ejemplo, la mejor herramienta de educación, podremos transmitir a nuestros hijos esa necesidad de acercamiento a Dios, que nos dará la seguridad, la esperanza y la alegría necesarias para poner nuestra vida en las mejores manos.

Propuesta para cuidar la familia en esta semana:
Pidámosle siempre al Señor el don de la Fe para disponer siempre de su misericordia, de su cercanía, para que, en todo momento, nos sintamos protegidos por Él a través de su madre, la Virgen María, que con su manto siempre nos ofrece la protección que necesitamos. En este sentido, la Virgen ha prometido interceder por todas nuestras intenciones, nos pide que recemos en familia, juntos. Intentemos aprovechar las mejores ocasiones para rezar en familia: viajes, rosarios, intenciones particulares, etc., y así educar en la piedad a nuestros hijos.

Lourdes del Pozo y Juan José Sánchez

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