Estamos en tiempo de Cuaresma, de preparación para la Pascua, MUERTE y RESURRECCIÓN DE JESÚS.
En la escena del Evangelio de hoy (la Transfiguración) se ve claramente que Jesús, el esperado por generaciones (presencia de Elías y Moisés), es el Amado del Padre: «Este es mi Hijo, el amado, escuchadlo». Este mensaje del Padre, y esos momentos de felicidad vividos por los Apóstoles, nos deben hacer ver cómo está situación de bienestar espiritual serán fundamentales para afrontar los difíciles momentos que se aproximan de la PASIÓN de Jesús, que culminarán con la Gloria de la Resurrección. Todo ello visto en base del Amor que el Padre tiene para con su Hijo, léase para con todos nosotros. Algo así estamos llamados a vivir en nuestras familias: saborear todos los buenos momentos para que, tanto bueno vivido, nos ayude a afrontar juntos y con esperanza los no tan buenos.
Propuesta para cuidar a la familia:
Tratemos en esta semana de «destacar, comentar, disfrutar» de todos los buenos momentos que, en el día a día, se producen en nuestras relaciones personales, fundamentalmente de matrimonio, de padres, de hijos, de amigos… que nos servirán para fortalecer las mismas, y sobre todo para afrontar con éxito los momentos de dificultad, de dolor, que nos lleguen, y que salvaremos si los afrontamos con AMOR.
Pilar López y Joaquín Devolx