LECTURA (V Domingo del Tiempo Ordinario)
Mateo 5, 13-16:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»
REFLEXIÓN
Posiblemente, hoy, Jesús, emplearía otros elementos como símiles para cumplir nuestra misión de ser sus discípulos y colaborar de manera eficaz a la construcción del Reino.
¿Se te ocurren algunos?
En cualquier caso, considero muy acertada la apelación de ser LUZ.
¡Cuánta oscuridad hay en nuestro mundo!, Cuántas carencias, cuántas cosas ocultas, cuántas tinieblas, ausencias de transparencia…
PROPUESTA PARA CUIDAR LA FAMILIA
En esta semana, seamos LUZ en nuestras FAMILIAS.
Que cada uno de los miembros de nuestras FAMILIAS hagamos una obra de servicio y de amor que colabore a que nuestro hogar esté un poco más brillante y transparente.
FRANCISCO JOSÉ BONACHERA
ALICIA DEL POZO