LECTURA (DOMINGO III DE ADVIENTO)
Mateo 11, 2-11:
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.» Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».
REFLEXIÓN
El testimonio de la veracidad del Mesías está avalado por las «obras» que realiza.
Nuestro testimonio como cristianos no lo argumenta nuestra partida de bautismo. Tampoco lo que podamos ir diciendo. Es nuestra conducta, nuestras obras, nuestra actitud de servicio y ayuda, la que puede ir proclamando que, efectivamente, Jesús viene, Jesús nace cada día, Jesús VIVE en cada uno de nosotros.
PROPUESTA PARA CUIDAR LA FAMILIA
En este domingo, conocido como de «GAUDETE» («Alegraos») vamos a proponernos tener durante la semana, en nuestra FAMILIA, crear un ambiente de sosiego, de paz, de alegría, que propicie los deseos de que la ya inminente Navidad tenga el mayor sentido posible en cuantos nos rodean.
Manolo Devolx
