Cuida de tu familia: ¿Por qué no nos planteamos el compromiso de ser, en el ámbito FAMILIAR, sembradores?

LECTURA (DOMINGO XIV DEL T. O.)

Mateo 13, 1-9:

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a Él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.

Les habló mucho rato en parábolas:

  • «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
  • Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
  • Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.
  • El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.
  • El que tenga oídos que oiga.»

 

REFLEXIÓN

El Evangelio de Jesús es semilla que día tras día penetra en nuestros corazones.

Cada uno de nosotros la recibimos.

Ahora bien, ¿con qué actitud?

¡Ojalá seamos tierra fértil!

De nosotros depende

 

PROPUESTA PARA CUIDAR LA FAMILIA

¿Por qué no nos planteamos el compromiso de ser, en el ámbito FAMILIAR, sembradores?

¿Y si nos repartimos, de acuerdo con los valores de cada uno, la siembra y el cuidado de distintas semillas: serenidad, colaboración, alegría, entusiasmo, preocupación por los demás…?

 

Manolo Devolx

 

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