LECTURA (III Domingo del Tiempo Ordinario)
Mateo 4, 12-17:
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
«País de Zabulón y país de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
– «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
REFLEXIÓN
El pueblo que vivía en tinieblas, en sombras de muerte, vio una LUZ.
Permanentemente estamos inclinados, tentados, a ir por la vida en sombras que fácilmente nos conducen al error.
Siempre es tiempo propicio para rectificar: «Conviértete y cree en el Evangelio», o sea, en el AMOR.
PROPUESTA PARA CUIDAR LA FAMILIA
Pensemos en una sencilla actividad a realizar por todos los miembros de la FAMILIA.
Se trata de practicar la «conversión comunitaria» para, al mismo tiempo, ser LUZ y ayuda para los demás.
Manolo Devolx