Al leer el episodio que Marcos nos presenta este domingo se me viene a la mente estas conclusiones:
– Jesús era profundamente humano; amigo de sus amigos, amante de las reuniones FAMILIARES;
– «Todo el mundo lo buscaba». Él los escuchaba, los atendía y los curaba como signo visible de la sanación interior;
– Jesús rehuye el reconocimiento público;
– En medio de tanto ajetreo, Jesús saca tiempo para la soledad y la oración.
Propuesta para cuidar a la familia esta semana:
Empeñados en buscar a Jesús en los demás, intentemos nosotros a lo largo de la semana practicar algún signo de encuentro con otra familia o persona a quien le pueda venir bien nuestra visita, llamada, mensaje…
Manolo Devolx