«El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come este pan vivirá para siempre» (Juan 6, 51-58).
Sesenta días después del Domingo de Pascua y desde 1264, la Iglesia celebra la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo para proclamar la fe de las personas creyentes en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. El jueves o el domingo se celebra en nuestra Provincia de Fátima.
Todo ser humano tiene hambre y sed de plenitud. Cuando nos dice que quien come su carne y bebe su sangre tiene vida eterna, nos está diciendo que quien está unido a Él tiene la vida en plenitud.
Acércate a la Eucaristía, participa comulgando el cuerpo del Señor.
Tu unión con Él te dará la plenitud y también te dará fuerza para que tú des plenitud de vida a los demás.