COMO UN ASCUA APAGADA DE LUCEROS SEDIENTOS

He mirado la noche detenida

Ante mis ojos

Como un ascua apagada de luceros sedientos,

Vidrio amarillo

De una nostalgia interrogada.

 

Suenan los pasos del silencio y lloro

La soledad de mis recuerdos.

(Mérida a lo lejos como una palpitación inédita

de mi corazón cansado.)

 

La lluvia va cediendo y asoman las estrellas.

Y es más dulce el aliento de los árboles

Prendidos en la noche contra el viento

Como estatuas incendiadas.

 

Se detienen azules las palabras

En el brocal de la inocencia.

Y estallan los luceros como gritos de seda

Por los andamios de mi cuerpo.

 

 (Mérida Venezuela. 1987)

 

Blas Márquez Bernal, cmf

(FOTO: David Schultz)

 

COMO UMA BRASA EXTINTA DE ESTRELAS SEDENTAS em portugués

 

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