Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos.

Este año os escribo con poca antelación. A estas alturas, estaréis con prisas. Ojalá que no llegue tarde. Sé que no me he portado muy bien, para qué voy a engañaros. Me cuesta superar mis defectos y limitaciones y… a veces tiro la toalla. Os vuelvo a pedir comprensión un año más.

Antes de nada, me sale de dentro deciros que yo creo en vosotros. En el mundo es importante la ilusión y la esperanza. Vosotros sabéis despertarla. Están equivocados los que dicen de que los Reyes son los padres. No es verdad. Muchos padres le compran cosas a sus hijos solo para entretenerlos y que no molesten. Vosotros no sois así. Vosotros nos hacéis desear lo mejor.

Y paso a pediros. Para este año os pido algo inmaterial: Un saco de tiempo. Tiempo para perderlo, saborearlo, dedicarlo a Dios, a la gente que quiero, a los demás. Os pido un buen saco de tiempo para no andar todo el día acelerado, haciendo cosas que a veces no sé muy bien para qué sirven. Los demás me necesitan y yo a ellos. El tiempo ejerce de tirano impenitente que nos roba el corazón. Si me trajerais un poquito de tiempo podría rezar un poco más; aprovecharía para ver algunos enfermos… hasta dedicaría una tarde para visitar a la vecina que hace poco se cayó y se ha roto la cadera.

Os pido el tiempo para perderlo (=ganarlo) con quien lo necesita de verdad con los solitarios, con los ancianos, con los que sufren, conmigo mismo. Os pido el tiempo para saborearlo despacio junto a Jesús. Con el saco de tiempo no hace falta que me pongáis el manual de instrucciones. Ya lo tengo. La teoría ya la sé…soy yo el que no se aprovechar el tiempo que tengo ahora.

Pero sobre todo os pido que traigáis un poco de paz al mundo. En vuestra tierra las cosas andan muy mal, las bombas mandan y el terror se multiplica. Los balcones de las casas de muchos niños están en ruinas para dejar juguetes…y muchos han perdido la expresión y la capacidad de soñar. ¿Podréis renovarles la sonrisa? Vosotros tenéis experiencia. Tratasteis con Herodes que provocó una masacre de criaturas inocentes… Hoy son muchas las personas de todas las edades, también niños y niñas, que tienen que huir como lo hizo la Sagrada Familia en pateras y cayucos jugándose la vida para llegar a una Europa en la que puedan refugiarse del horror. Dejadles, por favor, carbón a los que acaban con la sonrisa de los niños y niñas a fuerza de mentiras, guerras y terror. Oro, ya lo tienen; incienso, se lo dan a sí mismos, mirra…bueno, la mirra no sé muy bien qué es.

Queridos Reyes Magos: dadnos tiempo y ganas para buscar a Jesús, como vosotros lo buscasteis, dadnos valentía para no sucumbir ante reyezuelos que, como Herodes, intentan desviarnos del camino; dadnos sentido del humor y del amor para ilusionarnos por la vida. Que veamos vuestra estrella y que nos guíe en la misma dirección a la que fuisteis para salir maravillados como vosotros. Por favor, seguid cumpliendo como todos los años vuestra misión de alegrarnos la vida.

En el balcón, como cada año, os dejo polvorones y una botella de anís para el camino. También un poco de paja para los camellos, los pobres.

Prometiendo que el año que viene cambiaré y seré más bueno, os manda un abrazo con todo el cariño

Juan Carlos cmf

(FOTO: Marcel Eberle)

 

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