Hace tiempo que no te miro
a los ojos.
En verdad, no hace tanto tiempo.
Era una tarde gris
y tú estabas en la orilla
acariciando caracolas.
En la distancia
se notan tus ausencias.
Pasé a tu lado
y me detuve inquieto.
La sombra de mis pasos
te puso alerta.
Busqué ansioso tus ojos cotidianos.
Y apenas empanó mis gafas
la humedad de una lágrima.
Tú sabes como yo
que si lloramos en silencio,
esa noche se opacan las estrellas.
Volveré otra vez sobre mis pasos
y es posible que alguna de tus lágrimas
dejó una leve huella entre las olas.
¿Será quizás
el sabor de la sal
en la piel de un coral
quien me devuelva
de nuevo tu mirada?
Las Palmas, 2019
Blas Márquez Bernal, cmf
(FOTO: Marten Newhall)
PROCUREI ANSIOSAMENTE PELOS TEUS OLHOS em portugués