Asteroid City

El realizador Wes Anderson es una de las figuras más originales del cine actual. Tiene seguidores entusiastas y detractores igualmente firmes. Sucede que su cine es extraño y el espectador necesita entrar en su onda expresiva para disfrutar de sus historias tan originales; si no es así, la experiencia de ver una de sus películas puede convertirse en algo aburrido y con muy poco sentido.

La narración que propone Wes Anderson carece de lógica; los actores declaman sus diálogos a velocidad de crucero. Ello obliga al espectador a un esfuerzo para comprender la hilazón de las situaciones y los motivos que empujan a los personajes a actuar como lo hacen. Pero dicho esfuerzo resulta baldío, de modo que llega el momento que lo más oportuno es dejarse llevar por los diálogos (sin pretender alcanzar su sentido completo) y las situaciones, por incomprensibles que puedan parecer a una mente razonable.

La película está dividida en dos partes claramente identificables. Una, en blanco y negro y formato cuadrado, nos presenta a través de un narrador omnisciente los esfuerzos de un autor de teatro que escribe una obra que nos ocupa la otra parte de la película, presentada en pantalla panorámica y un radiante color de estética años cincuenta (época en que sucede la acción). La historia narrada está llena de situaciones estrambóticas, con personajes muy singulares, empeñados en romper toda apariencia de normalidad: científicos, militares, una pareja que carga sus heridas, niños prodigio que participan en un concurso de ideas muy estrafalarias… Y todo ello rodado en un set que contradice enteramente lo que podría esperarse de un escenario teatral: recrea una parcela del desierto californiano, rodado para más sorpresa en la localidad madrileña de Chinchón.

Por otro lado, en Asteroid City se dan cita un grupo importante de actores y actrices de rutilante actualidad, que nos da idea del atractivo que tiene Wes Anderson y la efusiva riqueza de sus personajes: Scarlett Johansson, Tom Hanks, Margot Robbie (en un papel desgraciadamente muy breve), Edward Norton, Adrien Brody, Willen Dafoe, Jeff Goldblum, Matt Dillon… un plantel de importancia para papeles breves en algunos casos que interpretan personajes tan peculiares que solo cabe contemplarlos empáticamente, pero sin pretender captar su sentido.

Un apunte: en la sesión a la que acudí para ver la película asistimos tres personas. Cuando salimos de la sala, había mucha gente esperando entrar a alguna de las salas del cine. ¿Irían a ver esta película? Algunos, sin duda. El atractivo de Wes Anderson y la originalidad de sus guiones y de la puesta en escena de sus películas merecen dedicarle tu tiempo. Además, cosa rara, su duración excede en poco la hora y media. También eso se agradece.

 

Antonio Venceslá Toro, cmf

 

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