Esta semana, como es fácil de entender, destacamos entre todos los santos que celebramos, a San Antonio María Claret (24 de Octubre), nuestro fundador. «Influencer» como pocos, para casi todos los que leen estas líneas. Imposible trazar una apretada síntesis de su figura. Entre otras cosas podemos destacar su afán misionero, su experiencia de Dios, su enamoramiento de Jesucristo, su espíritu fraterno, servicial, su apuesta por los laicos en las tareas evangelizadoras, su capacidad de generar «redes» creando instituciones, apoyando a otras, rodeándose de personas que viviesen su mismo espíritu… También nos dio ejemplo de cuidar amorosamente el entorno, como se desprende de dos bellas obras de difusión popular: Reflexiones sobre Agricultura y Delicias del campo; junto a otros muchos folletos de cooperativismo y acción social: Cajas de Ahorro, etc. encarnando, como Francisco de Asís y otros muchos santos, el espíritu evangélico en la realidad corporal y laboral, ejemplo elocuente de humildad. También destaca su creatividad, su emprendimiento, su buscar por todos los medios el llevar la Buena Noticia de Jesús a todos. Hoy, a buen seguro, sería pionero en internet. Pero, si le pidiésemos a él mismo que se definiera, es bastante probable que se calificase como Misionero Apostólico e Hijo del Inmaculado Corazón de María, que fue como quiso llamar a su Congregación de misioneros (aunque a día de hoy todos nos conozcan como «misioneros claretianos«).
Y tú, ¿en qué medida eres misionero? ¿cómo te afanas en llevar la Buena Noticia a quienes te rodean?
Antonio Bolívar, cmf