Ante el Portal de Belén…

Al poquito de nacer Jesús en Belén, se acerca al portal un dominico. Allí, despliega toda su capacidad de reflexión en torno al misterio de la Encarnación quedándose ensimismado ante lo que sus ojos contemplan. Su cabeza se le llena de grandes discursos teológicos.
Pasa un rato en tal alta contemplación y luego, se levanta, inclina la cabeza y se marcha.

Poco después llega un franciscano que, igualmente, se queda inmerso en el mensaje de suma pobreza que la escena le ofrece. Como el anterior, queda admirado por tan maravilloso misterio, en este caso de humildad…. la de un Dios que no viene a nacer en un palacio, sino en un establo. 
Termina su reflexión, se levanta. Se inclina y se marcha.

Por último llega al portalico un misionero claretiano, quien no quiere perder el momento para dar a conocer sus muchas obras en bien de la formación del hombre. Hace un rato de profunda adoración y, al tiempo, se levanta, se acerca a la Madre y le dice: «Señora: tenga en cuenta que desde los 3 años en adelante, las puertas de nuestros colegio estarán abiertas…»

Antonio Morcillo, cmf

 

Start typing and press Enter to search