A veces. Solo a veces y a escondidas
Me acerco hasta tu puerta y me detengo.
Sopla el viento detrás y voy y vengo
De mi sangre a tus playas encendidas.
A veces. Solo a veces y a escondidas
Dibujo en las estrellas tu figura.
Como un tierno coral es tu hermosura.
Como una luna enferma, mis heridas.
Y dudo de mis pasos. Te reclamo
En el umbral sediento de mi pozo
Y voy y vengo a tientas y a despecho.
No me escondas tu rostro si te llamo
En esta hora sin voz de tanto gozo
Sobre la lumbre de tu ardiente pecho.
Blas Márquez Bernal, cmf