Inspira cierta angustia A tiempo completo. Las primeras imágenes, apenas reconocibles, muestran el despertar de su protagonista, Julie, madre de dos hijos, supervisora del servicio de limpieza en un hotel del centro de París. Cada día la rutina de esta madre coraje la lleva a tomar autobuses, trenes, corriendo, siempre acelerada, para llegar a tiempo a su lugar de trabajo. Su vida es una constante carrera para llegar a los distintos lugares a donde ha de ir: por la mañana, a Paris para trabajar, para acudir a una cita de trabajo (cambiando turnos, pidiendo favores); por la tarde, regresando al lugar donde vive, alejado del centro, más autobuses, trenes, prisas, para recoger a sus hijos a los que deja al cuidado de una señora que confiesa estar ya algo mayor para bregar por la hiperactividad de los pequeños. Julie no cuenta con demasiada ayuda. Su exmarido no responde sus reiteradas llamadas; y tiene que lidiar como puede con la tensión de vivir cada día.
Eso no le impide ser buena madre, preocupada por sus hijos, deseosa de que vivan tranquilos, sin sentir la presión que su madre vive todos los días.
Decía que inspira cierta angustia ver esta película. Porque el frenesí cotidiano que vive Julie se ve agravado por una situación extraordinaria que aumenta la dificultad. ¿Cómo abordar esta vida acelerada si además una huelga de transporte se lo pone más difícil, hasta el punto de no poder algún día regresar a su casa con sus hijos? Hay que pedir más favores, suplicar ayuda, confiar… Y, sin embargo, Julie no se rinde. Verla cansa, pero ella sigue e insiste en mirar adelante y salir de las distintas situaciones que se le ofrecen.
Una gran parte del valor de esta singular película reside en la interpretación de Laure Calamy, actriz que no conocía, y que nos ofrece un retrato potente del personaje que el realizador Eric Gravel ha construido sometiéndola a dificultades continuas. Afortunadamente, le concede al final un remanso de esperanza que también a nosotros nos conforta.
Antonio Venceslá Toro, cmf
