DOMINGO III DEL TIEMPO DE CUARESMA (Jn 4, 5-15.19b-26.39a.40-42)
Nos llega este evangelio en plena crisis por el coronavirus COVID 19. Una lectura que nos presenta una conversación entre una persona inquieta, en búsqueda (“dame de ese agua que sacia”), con una historia de fracaso a su espalda… (“no tengo marido…”) y Jesús, que se nos muestra como persona -además de dialogante y abierta a otros pensamientos, culturas, religiones- que ya, solamente estando, escuchando… sana a su interlocutora.
Estas semanas en el seno de muchas de nuestras familias se va a repetir esta historia de incertidumbres y zozobras, de búsquedas de respuestas, de desasosiegos y miedos…
Y parece que la Palabra de este domingo se ha empeñado en decirnos que la respuesta a nuestros temores y búsquedas… está en Jesús y en cómo sepamos alimentarnos de su mensaje y su vida.
PROPUESTA PARA CUIDAR A LA FAMILIA esta semana:
Como hizo la samaritana, convertíos en testigos de que, en Jesús, en Dios, está la respuesta a nuestras búsquedas, nuestras inquietudes, nuestros miedos, nuestras preocupaciones… Para eso, “sentémonos” más tiempo -de ese que posiblemente vayamos a tener- con Jesús en brocal del pozo…sin prisas, abriéndole el corazón.
Teresa Molina y Juan Alcaide
