“A los que retornan a sus territorios”.
Voy de camino,
después de amar
el cansancio de tu frente
expirada en mi nostalgia
apenas florecida.
Voy de camino,
al hondo abismo
de tu fracaso imposible,
en el metal sonoro
de los grillos trasnochados.
Voy de camino,
con los hongos sumergidos
y una ostra redimida
en tus brazos alargados,
arando ruinas en mis ojos.
Voy de camino,
con los pinceles de Goya
en este final de abril
que señala mi ruta extraviada
en un Saturno devorado.
Voy de camino,
y a los lejos
un sendero besa el agua,
y mi sudor deshilachado
quiere llegar a tus labios
mordidos de esperanza.
Voy de camino,
y en busca de otros caminos voy…
De mi memoria tal vez,
como el habitante sin nombre
que ha perdido su identidad
al deforestarse las estrellas.
Voy de camino,
es todo…,
aunque haber salido de mi país
me hizo no ser el mismo.
Tú en cambio ¡Mi amor!,
eres la misma, pero diferente.
Voy de camino,
y quizás encuentre el brillo de tus ojos
en algún retrato
expuesto en la pared de la sala
donde colgábamos
nuestras tristezas.
Voy de camino,
pero ahora ¡abrázame!…
Tal vez con los brazos del viento
adormecerás mis miedos
mientras llegue a los tuyos,
deseosos de abrazarme.
Voy de camino,
es todo…,
en este final de abril
que arranca mi corazón
en el plañir de una diáspora disipada.
Voy de camino ¡Mi amor!,
pero las cenizas de tu cuerpo
se esparcen sobre la cordillera de la tarde,
una hora antes de unir nuestras fronteras
en un beso que es la vida y la muerte;
que somos tú y yo;
iguales pero diferentes.
Ramón Uzcátegui, sc
(FOTO: Krisjanis Mezulis)
ESTOU A CAMINHO em portugués