Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mt 17, 22-27

«Los reyes del mundo, ¿a quién cobran sus impuestos y tasas?, ¿a sus hijos o a los extraños?… A los extraños… Sin embargo, para no darles mal ejemplo, págales por mí y por tí». 

También nosotros, como Jesús y Pedro, nos cuestionamos muchas veces y nos hacemos preguntas acerca de ciertos deberes para con el Estado. 

Por ejemplo, en el tema de los impuestos: ¿quién paga?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿a dónde van esos fondos?, ¿cómo nos beneficiamos de ellos?. ¿Qué sentimientos nos suscitan?… 

Jesús se siente en libertad ante las instituciones y desde esa libertad paga sus impuestos para no ser mal ejemplo para los demás. 

Él mismo dijo: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». 

Este gesto de comunión con el discípulo y el pago del impuesto es para no dejar su compromiso ciudadano y contribuir también al bien común. 

Desde nuestra relación con Jesús, desde nuestra fe, también hemos de ser buenos ciudadanos. Hemos de ser personas comprometidas con lo que favorece la vida común y transforma la realidad. Un buen cristiano es también un buen ciudadano. 

Es un buen momento para preguntarme de qué manera cumplo mis deberes y obligaciones de ciudadano y cómo me llevan a construir una comunidad y un mundo mejor. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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