«Jesús, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió Jesús… Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos».
Jesús nos piensa y nos quiere en comunidad. Nos llama a cada uno por nuestro propio nombre pero no para meternos individualmente en una jaula sino para integrarnos a todos en una sola comunidad sin que cada uno perdamos nuestra propia originalidad e identidad.
Lo mismo que un día llamó a Pedro, a Santiago, a Simón… etc., hoy también te llama a tí para que te integres en su grupo, que es la Iglesia.
Y lo mismo que un día envío a Tomás, a Andrés, a Felipe… etc., a predicar y a proclamar que el Reino de los Cielos está cerca, también te envía hoy a tí.
Siéntete llamado o llamada por Jesús. Y siéntete también enviada o enviado por Él a vivir y a proclamar la Buena Noticia del Reino.
Él también está contigo para «expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia».
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf