Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Lc 8, 1-3

«Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades».

Hoy en día, con las redes sociales, parece que hay competición por ver quién tiene más grupos, más amigos en facebook y más seguidores. Aunque dé lo mismo conocerlos realmente o no.

Jesús se rodea de un pequeño grupo de personas con las que prima el conocerse, el convivir, el compartir la vida y la fe. 

En este núcleo hay también unas cuantas mujeres que colaboran en su misión.

Conocemos el tratamiento que Jesús da a la mujer, cómo trata de incluirla en una sociedad en la que mandan los varones y la mujer queda reducida a un plano inferior, recluida en el hogar y en las tareas domésticas.

Las mujeres que acompañan a Jesús nos evocan a muchas mujeres actuales que siguen dando lo mejor de sí mismas para servir al Señor y anunciar su Palabra desde la ternura, la dedicación, la valentía y el hacer camino cada día en una comunidad en la que resultan del todo imprescindibles en la misión evangelizadora.

Gracias, Señor, por tantas mujeres sabias y sencillas, humildes y profetas, servidoras y de espíritu evangélico, con las que enriqueces a tu Iglesia. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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