Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Lc 2, 22-40

«Cuando entraban en el templo con el Niño Jesús sus padres para cumplir con Él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Celebramos hoy la Presentación del Señor en el templo. 

Un anciano recibe hoy a Jesús hecho niño. Los brazos del anciano Simeón son como el cáliz que recoge la salvación esperada durante siglos por el pueblo de Israel. 

+ Los brazos de Simeón sienten que El Salvador ha llegado. 

+ Sus ojos, de anciano cansado, ven la luz de la salvación. 

+ Sus labios, que tantas plegarias han formulado, proclaman la luz de la salvación de Jesús para todos los pueblos. 

* Que tus brazos trabajen para que el mundo sienta que la salvación ha llegado y está presente. 

* Que la alegría de tus ojos muestre la luz de la salvación. 

  • Que tus labios anuncien a Jesucristo, el Salvador del mundo. Buenos días.

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