Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Lc 11, 1-4

«Cuando oreis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación».

Las palabras y frases que más repetimos corren el peligro de quedarse huecas y faltas de contenido. Las repetimos mecánicamente, lo mismo que mecánicamente andamos, respiramos o comemos.

Con las oraciones que más repetimos nos puede ocurrir esto también. Podemos pronunciar palabras con la boca pero no con el corazón. 

Piensa cómo Jesús pronunciaría la palabra PADRE ( ABBA, en su lenguaje) ¡Qué llena de contenido estaría esta palabra! 

Intenta imitar a Jesús. Dedica hoy un tiempo a pensar en tu Padre Dios repitiendo muchas veces esta entrañable palabra.

Y no te olvides: después de la palabra PADRE viene otra palabra: NUESTRO. 

Nuestro Padre siempre nos remite a nuestros hermanos. 

Que tengas un buen día.

Antonio Sanjuán, cmf

Start typing and press Enter to search