La doctora de Brest

La actriz danesa Sidse Babett Knudsen ha cambiado los trajes de chaqueta que viste en su papel de primera ministra de Dinamarca en la serie Borgen, por la bata blanca de una neumóloga de hospital en Brest, papel que interpreta en la película francesa La doctora de Brest. Actriz danesa en una película francesa, hace el trayecto inverso al realizado por Stephane Audran, actriz francesa que interpretó en Dinamarca El festín de Babette, película que merecería figurar en una antología de films que abordan el hecho religioso con seriedad y rigor.

En La doctora de Brest asistimos a la lucha de una doctora de un hospital de provincias, en la Bretaña francesa, contra un poderoso laboratorio farmacéutico que durante más de treinta años ha comercializado un fármaco, destinado a diabéticos y personas que quieren perder peso, obviando sus efectos secundarios que pueden provocar incluso la muerte. Se trata de una historia real sucedida hace pocos años. Una vez más el cine narra una historia de superación y constancia.

Por supuesto, no se trata de una empresa individual, aunque la película se sitúe en una perspectiva casi hagiográfica al referirse a la protagonista. Otros médicos e investigadores colaboran con ella en su lucha. Se trata de una tarea muy difícil, porque el laboratorio responsable es uno de los más importantes de Francia y las ramificaciones de su influencia son muy fuertes. No obstante, con tesón y valentía, consiguen llevar a término su lucha. No descubrimos nada que impida sentirse atraídos por la narración. Al fin y al cabo, es una historia que se puede consultar en las hemerotecas.

La historia puede resultar en algunos momentos oscura para quienes no estamos familiarizados con términos médicos; alguna escena puede resultar dura para espíritus sensibles (ya sabemos lo que nos podemos encontrar cuando vemos una historia de médicos, hospitales, muertes y autopsias), pero en ningún momento cae en el exhibicionismo gratuito. Buena parte de su atractivo reside en la interpretación de Sidse Babett Knudsen, que alejada de los círculos de poder de su país natal, compone un personaje cercano, comprometido y dotado de cierta ambigüedad en algunos pasajes de la película, en que parece subordinar todo cuanto la rodea al objetivo que se ha propuesto.

 

Antonio Venceslá, cmf

Start typing and press Enter to search