De repente
una luz recién amanecida
Ilumina la esfera
Y la vida, como un milagro
habituado, resucita
a borbotones como un río sin tregua.
Y sientes la corriente inundando
tus raíces y empieza la danza
y ves cómo un pájaro en el frágil
pedestal de una rosa
renueva su alianza.
De repente
enmudece la voz
y se deshojan las palabras.
Lo que pude vivir
y no he vivido
son cenizas de un cálculo amarillo
entre las brasas
de un peaje inusitado.
Morir de corazón herido
no redime los besos ni caricias
que dejaron su huella en la piel
y no cicatrizaron.
Algún día, no sé si llegará,
remaremos a pecho descubierto
y en una caracola
embriagaremos los llantos.
De repente
abro de par en par
las ventanas oxidadas
de la vida y siento el temblor
de quien pisa una tierra desolada.
¿Quién pone los acentos que olvidé
una tarde con un pañuelo
de azahares entre los labios?
Una ventana al azar abre el pico
como un pájaro hambriento.
Miro y de golpe
se cierra con un temblor
que desconozco.
De repente
sobrevuelan los pájaros del miedo.
De repente.
Sevilla, 2022
Blas Márquez Bernal, cmf
(FOTO: Vladislav Glukhotko)
DE REPENTE em portugués