Cuida tu familia: vive estos días desde el servicio y la alegría

Se nos narra en el Evangelio de hoy el encuentro de dos humildes mujeres, parientes y ambas gestantes. Su diálogo deja entrever con claridad unas actitudes de fe, humildad, alegría y servicio, que deberían conformar el estilo de vida de todo cristiano, más aún en el seno de nuestras familias. Veámoslas:
ISABEL.- Pese a su esterilidad y avanzada edad, queda embarazada tras la promesa divina y, al ver a su prima, siente tal alegría que hasta salta el hijo que lleva en su seno y con gran humildad exclama: “¿cómo es posible que la madre del Señor venga a visitarme?”. Su fe, humildad y alegría son más que evidentes.
MARIA.- El Ángel le anuncia que ha sido elegida por Dios para concebir a su Hijo por obra del Espíritu Santo. Su fe y humildad son tales que no duda en aceptar su maternidad, pese al riesgo que aquello entrañaba, y así lo manifiesta con su respuesta al recibimiento de su prima, expresada en el himno del Magnificat. A este respecto nos viene a la memoria una “misa para niños” en la que el sacerdote, tras esta lectura, le preguntó a varios niños cómo respondió María a la propuesta de Dios de convertirla en madre de Jesús. Con rapidez, una niña levantó su mano y contestó: “¡Encantada!”. ¡Qué clarividencia tuvo! Había captado perfectamente la
gran fe, humildad y alegría de María, que eran las que motivaban su constante actitud de servicio. ¡No olvidemos recordarlo siempre imitarla!
Sugerencia para cuidar la familia esta semana:

Se acercan días de familia, de encuentro, de compartir… Hagamos lo posible por vivirlos siempre en clave de servicio y alegría.

PD: Finalizamos este año de comentarios evangélicos con el deseo humilde de que hayan sido útiles y con un ruego a las familias que nos han leído: por favor, acompáñennos en esta oración de despedida: “Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros”.

Pilar Jiménez y Fernándo Hernández

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