Manchester, Siria, Irak,  Afganistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Yemen, Corea del Norte, Venezuela, Burundi,…

Son tantos los conflictos, que se van añadiendo en mi oración, por los que pedir la paz.

Y también una voz que me reclama:

«No me pidas una paz que no te compromete, sino ser tú mismo un Instrumento de mi Paz.» (https://www.youtube.com/watch?v=8pOxCvgA13U)

Seguro que esto viene de Dios, porque me compromete y me invita a salir de mí al encuentro del prójimo, desbordándome con una tarea en la que, si no cuento con Él, nada puedo.

Equipo de Redacción

Start typing and press Enter to search