Entre los días 22 y 23 de octubre se llevó a cabo la asamblea de los Misioneros Claretianos en Zimbabue, un espacio de encuentro, discernimiento y acción de gracias por el camino recorrido durante el último sexenio.
La jornada del 22 de octubre estuvo dedicada a un retiro espiritual guiado por el P. Provincial, quien ofreció un material de reflexión basado en el Salmo 22: «El Señor es mi pastor, nada me falta». La mañana concluyó con un momento de oración comunitaria en el que se compartieron los frutos de la experiencia personal y fraterna vivida durante el retiro.
Por la tarde, se realizó una memoria apreciativa de los seis años de misión en Zimbabue, a partir de un texto base elaborado por el Equipo Coordinador, siguiendo las orientaciones del Plan de Vida y Misión diseñado al inicio del sexenio. Esta revisión permitió reconocer, con actitud de gratitud, la acción de Dios en el proceso de crecimiento de las comunidades y del grupo misionero.
Los participantes se dividieron en tres grupos de trabajo para completar la mirada apreciativa del documento y, posteriormente, se llevaron a cabo tres conversaciones espirituales, centradas en dar gracias por el pasado, identificar los principales desafíos del presente y pedir la gracia de caminar unidos hacia el futuro. La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía, en acción de gracias por el don de la vocación y por los frutos del camino recorrido en estos seis años de misión.
Durante la mañana del 23 de octubre, se desarrolló una sesión formativa sobre el nuevo Vademécum y las orientaciones emanadas desde Roma en relación con los protocolos de ambientes seguros y la protección de menores y adultos vulnerables en comunidades y plataformas apostólicas (colegios y parroquias).
La última parte de la mañana se destinó a la planificación del próximo año, incluyendo la elaboración del calendario y las principales actividades. Se acordó, además, iniciar los preparativos para la celebración de las bodas de plata de la apertura de la misión de Zimbabue, prevista para enero de 2027. También se continuó el discernimiento sobre diversos temas comunitarios y los proyectos de fortalecimiento y crecimiento de la misión.
La asamblea concluyó con una Eucaristía final, en vísperas de la profesión perpetua de Austin Sayira, prevista para el día siguiente, junto a sus familiares y la comunidad claretiana.




